domingo, 10 de junio de 2012

Capitulo4



4º capítulo. Las películas de Ray Harryhausen, Eugene Lourie y  Alex Weldon.

Durante los años 60 y 70,  metidos en esa oleada de producciones extranjeras aparecen algunos nombres que merecen un especial aparte por la influencia que dejaron en algunos técnicos españoles.
Ray Harryhausen, el gran mago de la animación  de muñecos fotograma a fotograma o stop-motion como se le conoce en los países anglosajones.
Aunque sus efectos de animación los rodaba en Londres, el rodaje en exteriores de  algunas de sus películas, se realizó en diversas localizaciones de España,
Eugene Lourie, director artístico, y director de algunas películas de genero fantástico, trabajó en España en películas como Crack in the world (Andrew Marton, 1965), La batalla de las Ardenas (Ken Annakin, 1965), o Krakatoa (Bernard Kowalski, 1969), que estuvo nominada al oscar a los mejores efectos especiales.
Con él trabajó a menudo Alex Weldon  en los efectos mecánicos. Alex Weldon era ya un reputado  supervisor de efectos especiales cuando vino a España en la década de los 60 para hacerse cargo de los efectos de las películas de Samuel Bronston.

En poco tiempo creó un eficiente equipo de profesionales con Pablo Pérez, Manuel baquero o Basilio Cortijo. Además de las películas de Bronston colaboró en las tres antes citadas de Eugene Lourie y muchas otras.
 
 

Basilio Cortijo(a la izquierda) con su maestro Alex Weldon.
Eugene Lourie, experto en el uso de maquetas  trabajó por primera vez en España con la película “A crack in the world”.  En ella contó con la colaboración de Francisco Prosper como constructor de decorados y maquetas y con Alex Weldon en los efectos mecánicos con su equipo español encabezado por basilio Cortijo. Lourie trajo también al maquetista francés Charles Assola  que colaboró en la construcción de las numerosas miniaturas. Entre ellas destaca un cohete que debía dispararse hacia el centro de la tierra.
 


 Tras las grandes superproducciones de Samuel Bronston, Krakatoa  supuso de nuevo un gran reto para los equipos de efectos especiales. Esta fue la primera película extranjera rodada íntegramente en suelo español que sería nominada al oscar a los mejores efectos especiales. Manuel Berenguer director de fotografía realizo un trabajo destacado en la filiación de los efectos especiales, siendo un colaborador habitual de las películas extranjeras rodadas en España. En el departamento de arte, Gil Parrrondo y Fernando González  trabajaron a menudo en las películas de Harryhausen y Eugene Lourie.
La maqueta del barco de "Krakatoa"(1969), que más tarde fue utilizada por Juan Piquer en "Misterio en la isla de los monstruos", (1980)
Francisco Prosper, constructor de decorados y director artísticos, colaboró con Lourie y Harryhausen  en la construcción de decorados, maquetas corpóreas y elementos de atrezo. Con un experimentado grupo de pintores, escayolistas, carpinteros y escultores, trabajó en películas como "Simbad y la princesa"(Natanha Juran, 1958), Misterious Island (Cy Enfield, 1960) El viaje fantástico de Simbad (Gordon Hessler, 1974), Simbad y el ojo del tigre (Sam Wanamaker, 1977)  además de las dos películas de Lourie mencionadas anteriormente.
Prosper aunque nunca dejó el trabajo de dirección artística, fue poco a poco entrando en el campo de los efectos especiales llegando a contar con una filmografía repleta de títulos sobresalientes, entre los que destacan, aparte de los antes citados, Mr Arkadin (Orson Welles, 1955) Espartaco (Stanley Kubrick, 1960), Cromwell (Ken Hugues, 1970)o Robin y Marian (Richard Lester, 1976) y películas españolas como, Viaje al centro de la Tierra (Juan Piquer, 1977) o ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (Pedro Almodovar, 1984)

En la película El viaje fantástico de Simbad con efectos de Ray Harryhausen, el equipo de Prosper  construyó un templo en miniatura para ser destruido, se hicieron las piezas como un puzzle, cada una con su numeración, para poder volver a colocarlas una vez derruido.  
 
 Entre los colaboradores habituales de Prosper estaban, el maquetista y pintor Emilio Ruiz,  Ramón Moya carpintero y jefe de construcción, Julián Martín pintor de forillos y decorados, Jacinto Soria escayolista y escultores como Salvador Debon, Vicente Jesús y Vicente Luna. En esta película trabajaron en los efectos especiales mecánicos, la empresa Cinefec, que se había formado con los trabajadores de Manuel Baquero cuando este dejó el cine a principios de los años setenta. Entre sus miembros destacaban Antonio Bueno “Puchini” Antonio Balandin, y Antonio Parra.
Para  La Isla Misteriosa, parte de la acción se rodó en la Costra Brava, donde se construyeron algunos decorados de la entrada a una caverna donde se refugian los protagonistas. En la foto en blanco y negro, se ve la porción de decorado que se construyó junto a la playa. Harryhausen era poco amigo de los trucajes rodados en localización y aunque algunas veces recurrió a las habilidades de Emilio Ruiz, en la mayoría de los casos, las pinturas en cristal se hacían en postproducción en Londres, como las que se hicieron para esta película.  A la derecha una foto con Harryhausen y Eugenio Martín ayudante de director sobre el volcán en miniatura.



  El maquillador José Antonio Sánchez tuvo un papel destacado en muchas de estas películas realizando magnificas caracterizaciones y maquillajes especiales como el del actor Tom Baker en el papel del mago Koura en El viaje fantástico de Simbad.

El pintor y maquetista Emilio Ruiz  con Ray Harryhausen junto a una maqueta para  El viaje fantástico de Simbad utilizando su sistema de maquetas pintadas en chapa recortada.  La ciudad de Marabia, es una silueta recortada en aluminio, colocada en primer termino a unos dos metros y medio de la cámara. Pintada con la perspectiva adecuada, y  con las luces y sombras igualadas a las reales del paisaje del fondo, el resultado es completamente convincente.
 
Con Eugene Lourie también colaboró Emilio Ruiz, en Krakatoa, La batalla de las Ardenas, La ultima aventura de Custer o "The royal hunt of the sun". Para  esta ultima se el equipo de Prosper construyó  en los estudios Sevilla Films de Madrid, una miniatura de un  puente colgante en un desfiladero. Atravesando el puente, Emilio colocó las siluetas recortadas y pintadas, de la tropa de Pizarro, que se deslizaban por un carril. Para conseguir que los muñecos tuvieran alguna movilidad, Emilio Ruiz utilizó pequeños muelles para los cuellos de los caballos y algunos jinetes.
 
Durante estas dos décadas, Basilio Cortijo compaginó sus trabajos con Alex Weldon en películas americanas con sus aportaciones al cine nacional.
Sus trabajos más espectaculares fueron en  grandes producciones como "El día más largo", "Patton", "Papillon", y "Orca la ballena asesina" para la que se construyeron varias replicas de la orca en fibra de vidrio y látex.
 
Basilio Cortijo subido sobre la cola de una de las replicas de la Orca.


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