domingo, 24 de junio de 2012

Capitulo 5


 
 
5º capítulo. La producción española durante los 60 y  70.  Cine fantástico y de terror  español.
A la par que se rodaban las películas extranjeras, en nuestra cinematografía se desarrolló una intensa producción en todo tipo de géneros. De esta forma, independientemente de los equipos que formaron los técnicos extranjeros como ya hemos visto en anteriores capítulos, aparecieron los primeros  profesionales dedicados exclusivamente a los efectos especiales, independientes del departamento de arte. Entre los primeros estaban, Antonio Molina,  o Manuel Baquero, que montaron los primeros talleres de efectos especiales.
La comedia y el drama, eran los géneros más destacados y también los más respetados, con directores como Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem,  Antonio Nieves Conde, Carlos Saura, Pero Olea y otros que fueron apareciendo en estas décadas para dar paso a un cine diferente, mas realista y comprometido con los nuevos cambios sociales que poco a poco se iban introduciendo en nuestro país.
En estas películas, que generalmente buscaban el realismo, los técnicos de efectos trabajan para conseguir el efecto perfecto o efecto invisible, aquel que nos resulta tan real que no se nota. Tormentas falsas, cristales rotos, niebla, decorados que son maqueta, fuegos controlados o trenes que no se mueven aunque el paisaje pasa tras las ventanillas, son algunos ejemplos. 
Un ejemplo de uso de maquetas es el extraordinario trabajo que hizo Enrique Alarcón en "Cotolay" 1965 de José Antonio Nieves Conde, para la que realizó una maqueta corpórea  de la antigua catedral de Santiago que encajaban perfectamente en los decorados reales. Todo ello rodado en  exteriores.
 
Diseño de Enrique Alarcón y a su lado,  la maqueta de la catedral.
 
Las adaptaciones literarias, especialmente de obras de estilo costumbrista, fueron muy habituales y un ejemplo de ello podría ser Tristana (1970) de Luís Buñuel. Una película con efectos especiales de Antonio Molina entre los que destacan una copiosa y realista nevada o la cabeza falsa de Fernando Rey creada por  Julián Ruiz.
Foto del parte de equipo de maquillaje. De izquierda a derecha: Miguel Sese, ayudante de Julián, Catherine Deneuve, Mari Nieves Ruiz ayudante de peluquería y maquillaje, la secretaria de Catherine Deneuve y Julián Ruiz.  La imagen a color muestra la  replica de la cabeza cortada de Fernando Rey.
Aunque la mayoría de los directores  más respetados, se inclinaban por un cine  de corte realista, hubo algunas rarezas y excepciones como la incursión de Juan Antonio Bardem en el cine de aventuras con su versión de La isla misteriosa (1972)

 Ciertamente el género más destacado de la cinematografía española es estos años fue la comedia y el drama de corte realista, pero el cine de genero fantástico y de terror tuvo en estos años un extraordinario auge gracias en gran medida a la venta al extranjero de estas películas. Muchas de ellas iban acompañadas de un erotismo que, como ya comprobara la productora británica Hammer, casaba perfectamente con el género de terror. 
Aparecieron figuras como el director Jesús Franco, el actor y también director Jacinto Molina más conocido como Paúl Naschy,  Amando de Ossorio, Carlos Aured y otros que de forma intermitente tocaron el género fantástico. En la mayoría de los casos se trataba de películas de bajo presupuesto, rodadas en poco tiempo, con mucha imaginación, y unos efectos especiales que debían ser imaginativos y baratos. 

Uno de los mas destacados es sin duda Eugenio Martín que con "Pánico en el transiberiano" (1972)  consiguió llegar a un nivel excepcional rodando una película con casting internacional y una facturación propia de cualquier película británica o americana de la época. Para ello contó con grandes profesionales como Julián Ruiz que realizó unos escalofriantes efectos de maquillaje. Pablo Pérez estuvo a cargo de los efectos especiales y Ramiro Gómez de la dirección artística.  Como director de fotografía, el experimentado Alejandro Ulloa supo sacar un gran partido a los maquillajes  decorados y maquetas.
 
Para rodar los planos del tren atravesando  paisajes nevados, se utilizó un tren en miniatura. Habia sido  construido en Londres y traído hasta los estudios  que Philip Yordan tenía en Daganzo. Se utilizó para la película Pancho Villa, también de Eugenio Martín. Los productores quisieron sacarle partido a los decorados del interior del tren y la magnifica maqueta y así nació la idea de Pánico en el transiberiano.  Allí se tendió la línea férrea y se construyeron los paisajes nevados a escala.
 El tren se movía en ambas direcciones a control remoto, tenía luces en su interior, y la locomotora podía echar humo y sonaba el silbato. Según nos contó Eugenio Martín, "era como un juguete, podías manejarlo a tu gusto y eso facilitó enormemente el rodaje" Al final el tren, con el monstruo de otro planeta, es  conducido a una vía muerta y cae por un precipicio.
Tras el rodaje en Daganzo de "Pánico en el transiberiano" la maqueta del tren quedó allí junto con la del barco de "Krakatoa" y parte de un decorado de pueblo del oeste. Cuando Juan Piquer compró los terrenos y el poblado a mediados de los setenta, utilizó algunas de aquellas maquetas para sus películas como veremos más adelante.

Una de las películas que marcaron aquella época creando un personaje mítico y  toda una saga, fue "la Marca del hombre lobo" 1968, y  "La noche de Walpurgis" (León Klimovsky, 1971).Jacinto Molina, bajo el seudónimo de Paúl Naschy, creó el personaje de Valdemar Daninsky, el hombre lobo, dando así comienzo a una larga, irregular pero fructífera carrera, siempre a contracorriente. Pero que finalmente le llevó a conseguir un reconocimiento internacional. Paúl Naschy  con tres diferentes caracterizaciones  de licántropo.
Aparte del hombre lobo, llevó a la pantalla otros  personajes míticos de terror como la momia en "La venganza de la momia"(1975) o personajes propios, partiendo de otros ya conocidos como en "El jorobado de la morgue" (1972).
En estas películas  aparecen a menudo efectos de maquillaje y caracterización que eran requeridos en el cine habitual o costumbristas, dando  oportunidad a los técnicos y artistas de crear efectos en muchos casos improvisados y  concebidos con grandes dosis de ingenuidad e imaginación. Julián Ruiz realizo infinidad de estos efectos, con mutilaciones y cabezas cortadas. Maquilladores como Adolfo ponte, Miguel Sese, Carmen Martín, Romana Gonzáles, Fernando Florido o Carlos Paradela  realizaron excelentes trabajos en muchas ocasiones con medios muy escasos.  En los efectos especiales destacaban los talleres de Manuel Baquero, y Antonio Molina, y más adelante la cooperativa Cinefec, creando explosiones, disparos, lluvia, fuego y otros efectos mecánicos y atmosféricos realizados por técnicos como Alfredo Segoviano, Juan Ramón Molina, Antonio Parra, Fernando Pérez, José Antonio Balandin, Pablo Pérez, Reyes Abades, etc.

Jorge Grau, como Eugenio Martín, fue otro francotirador y  artesano del cine que igual dirigía una comedia como una de terror o dramática. En el género fantástico dejó igualmente algunos títulos muy estimables y entre ellos destaca  "No profanar el sueño de los muertos" (1974)  Los efectos especiales fueron de  Antonio Balandin y Guianetto de Rossi por la parte italiana. Ganaron el premio a los efectos especiales en el Festival de Sitges de 1973.  Jorge Grau conversa con Gianetto de Rossi sobre el ataque de los zombis a la recepcionista de la Morgue. Los actores destrozando la prótesis de pecho de la actriz.
 
Juan Piquer Simon  después de años de experiencia haciendo publicidad para televisión, se pasa al mundo de los largometrajes con "Viaje al centro de la Tierra" 1977.  Tras el éxito de esta película siguieron otras llenas de efectos especiales como "Supersonic Man" 1978, la primera película española en la que se usó la técnica de "Front Projection".
Francisco Prosper con su equipo de construcción de decorados compuesto por escayolistas, carpinteros, pintores y escultores, estuvo a cargo no solo de los decorados sino de las maquetas corpóreas, monstruos   y el diseño de los efectos visuales, tarea que compartió con Emilio Ruiz.
Setas y conchas de tortugas en miniatura colocadas en primer término encajadas con las construidas a tamaño real al fondo.
En la película "Viaje al centro de la Tierra"  se utilizaron todo tipo de efectos mecánicos, lluvia, fuego, explosiones etc...  a cargo de CINEFEC, una cooperativa creada por varios técnicos de efectos. Entre ellos, Antonio Parra y Antonio Balandin.
Modelado en barro de los dinosaurios.
Tras el éxito de esta película siguieron otras llenas de efectos especiales como "Supersonic Man" 1978, la primera película española en la que se usó la técnica de "Front Projection".
También se utilizaron gran cantidad de maquetas.
 
Cohetes,  naves espaciales, submarinos, barcos y helicópteros en miniatura destinados en la mayoría  de los casos a ser destruidos por los técnicos de efectos de Cinefec.
Rodaje de una maqueta con ovni para "Supersonicman" (1978)

Amando De Ossorio, director y guionista de varias películas de género fantástico, entre ellas la saga de los templarios, había trabajado  con anterioridad en algunas producciones como técnico de efectos especiales.  Estos son algunos de los diseños hechos por él mismo para sus películas de los templarios. 
 

En la foto, Amando de Ossorio con uno de los  caballeros templarios de sus películas.
En la otra foto, una imagen de El buque maldito.
 

Como ya hemos mencionado, era habitual en estas películas  las escenas de erotismo. Torturas, sacrificios rituales y  asesinatos  de chicas jóvenes y atractivas solían ir precedidos de  las  ineludibles escenas  de destape forzoso en las que la ropa de las victimas terminaba hecha jirones dejando al descubierto sus encantos femeninos. Resultaba casi imposible ver una película de  zombies, vampiros, hombres lobos, brujería o satanismo sin las consabidas escenas de desnudos y erotismo. Es cierto que este hecho fue uno de los causante del tremendo éxito de estas películas y terminó siendo una marca del cine de terror.
En la noche de los Brujos (Amando de Osorio 1973) Bárbara Rey después de ser desnudada a latigazos es decapitada y convertida en bruja. Los efectos especiales fueron de Jesús Iglesias y los de maquillaje de Miguel Sese.

 
La mayoría de las películas de terror y fantasía de estos años, fueron rodadas con pocos medios. Sin embargo, en algunas se encuentran muestras de la solvencia con que los técnicos de efectos especiales y de maquillaje solucionaban los problemas presupuestarios.
A finales de los setenta se independiza del taller de efectos especiales Cinefec un joven Reyes Abades, que comienza así su carrera en solitario después de haber trabajado durante años en varios talleres de efectos  siendoayudante de profesionales como Antonio Balandín o Antonio Molina y colaborando en películas extranjeras con técnicos de la talla de Kit West o Bill Warrington.


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